¿Trabaja muchas horas? Yoga para empresas

¿Trabaja muchas horas? Haga un recreo y tome un masaje, cortesía de su jefe.
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Las clases de yoga y meditación gratuitas para ayudar a los empleados a reducir el estrés y recargar las pilas a mitad de semana son cada vez más frecuentes en varias empresas de los EE.UU.. Firmas tradicionales como AT&T hasta compañías de la nueva economía como Yahoo, las han implementado.

Una tendencia que crece en los EE.UU. Las empresas ofrecen a sus empleados opciones antiestrés. Son clases de yoga, de tai chi, masajes y meditación durante las horas de trabajo Los programas de reducción de tensiones mueven casi 12 mil millones de dólares por año. Algunos consideran que las compañías sólo buscan que las personas trabajen más.
NUEVA YORK.- A mediados de agosto, Michael Maccari, ejecutivo de la industria de indumentaria masculina, transcurría de 10 a 12 horas por día repasando los detalles de un envío a las tiendas para las inminentes vacaciones, los trajes de la línea de primavera 2005 y los diseños para el próximo otoño. Tres temporadas y tres plazos indefectibles para tener listo su trabajo.
Hasta que durante el mediodía del miércoles esas fechas límite comenzaron a disolverse en una serie de respiraciones profundas.
Vestido con remera y short, el señor Maccari se unió a 14 colegas ubicados en fila con sus pequeñas colchonetas sobre el piso alfombrado de una enorme sala de conferencias.
"Piensen en algo que podrían dejar de hacer", dijo el instructor de yoga, Margi Young.La empresa Armani Exchange pone a disposición de sus empleados estas clases gratuitas de yoga y meditación para ayudarlos a relajarse y recuperar energía a mitad de semana. Según una encuesta, un 20% de los empleados realiza algún tipo de programa de reducción del estrés en el lugar de trabajo y la inversión de las corporaciones ayudó a alimentar una creciente industria del manejo del estrés de 11,7 mil millones de dólares por año, según Marketdata Enterprises, empresa de análisis de mercados.
Sin embargo, a medida que aumenta el menú de técnicas disponibles (joya, tai chi, danzas energizantes, meditación, aromaterapia, masajes...) la tendencia llevó a algunos especialistas a dudar de la efectividad de estos programas masivos y de los intereses a los que responden. Se preguntan si los efectos son de largo plazo o si esas actividades son sólo una breve interrupción de una larga jornada laboral. Y en realidad, ¿no preferirían algunos un aumento salarial en lugar de masajes?



Todos coinciden en que, en parte, los cursos aumentaron tanto debido a los grandes cambios en la naturaleza del trabajo y la manera en la que las obligaciones laborales se abrieron camino en la vida privada.

"La diversidad de los horarios de trabajo es sorprendente", señala la doctora Harriet Presser, socióloga de la Universidad de Maryland y autora del libro "Trabajar en una economía de 24/7" (Fundación Russell Sage, 2003), que alude a 24 horas, los 7 días. "Para algunos, como los matrimonios con hijos en los que ambos trabajan, la privación de las horas de sueño hace que sientan que nunca dejan de trabajar", explica.
Los investigadores sostienen que los intereses de las empresas en los gurúes del antiestrés nada tienen que ver con la reducción del estrés en el largo plazo. Según los especialistas, estos programas comenzaron a difundirse en la economía de expansión de finales de la década de 1990, cuando aumentaron los juicios por estrés y sus abultadas indemnizaciones..

"Estos programas fueron una parte de los servicios que usaban las empresas en esos momentos para que los empleados no se dieran cuenta de la cantidad de horas que trabajaban y se mantienen vigentes desde entonces", opina el doctor Peter Cappelli, director del Centro para los Recursos Humanos de la Escuela de Negocios Wharton, de Filadelfia.

Y no se necesita un título universitario para comprender el motivo. Luego de su hora de yoga y meditación, el señor Maccari aseguró: "Es muy parecido a ir a terapia. Lleva una hora del día; la mente se aclara y se enfrenta el resto del día de una forma completamente diferente".
El psicólogo Lawrence Murphy, del Instituto Nacional de Salud Ocupacional, que revisó los resultados de las investigaciones disponibles,

señala que, en general, los estudios sobre la reducción del estrés en el lugar de trabajo consideran el efecto inmediato. La meditación o un masaje son calmantes si las personas responden cómo se sienten al terminar la sesión, pero se sabe si esta sensación de alivio persiste más tarde.

Para cualquiera con una o dos horas libres al día realizar sesiones anti estrés puede tener sentido. Pero para aquellos cuyas vidas demandan un enorme esfuerzo mental con compromisos y plazos de entrega de trabajos, una clase de tai chi es sólo eso: otro compromiso, otra fecha límite.

El efecto cognitivo

En realidad, lo que más desean las personas estresadas es tiempo, y eso es a lo que las técnicas de relajación pueden ayudar. Mientras una clase a la hora del almuerzo puede agregar un espacio de tranquilidad al día, también puede estimular a las personas a trabajar más horas.
La única técnica de reducción de estrés en el lugar de trabajo que parece superar a las demás en la prevención, en lugar de reducir los síntomas temporalmente, es la terapia cognitiva.
En las clases se aprende a desafiar a los prejuicios del trabajo como, por ejemplo, que la tarea debe ser perfecta o que hay que impresionar a todos. Estas ideas aumentan de manera innecesaria la presión que los empleados ya reciben de quienes los rodean. Dieciocho estudios, que incluyeron a más de 850 empleados con distintas ocupaciones, este tipo de terapia redujo de manera significativa las quejas laborales con sólo seis sesiones de entrenamiento.

Pero esto sólo se estudió en personas que tienen algún tipo de control sobre sus agendas, como los profesionales. Para el resto, "el dominio del propio trabajo es el factor más importante", asegura el doctor Peter Schanall, del Centro de Salud Ocupacional y Ambiental de la Universidad de California, en Irvine. Con su equipo demostró que los empleados con una mayor tendencia a desarrollar hipertensión arterial son quienes trabajan con la presión de cumplir plazos de entrega y tienen poco control sobre su agenda.

"Lo más importante para manejar la tensión es poder decidir cómo y cuándo realizar el trabajo", concluyó Schanall.

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